Seguimos con el gélido invierno ya entrando en el mes más corto del año, que hace de la afición por la astronomía una verdadera aventura para valientes.
¿Por qué febrero es el mes más corto del año?
Es debido al calendario gregoriano, que rige actualmente nuestro “tiempo”…
Con objeto de que la órbita de la Tierra alrededor del Sol cuadre perfectamente con las estaciones, nuestro calendario y no suframos un “desfase temporal” fue allá por el año 1582 cuando el Papa Gregorio XIII implantó nuestro actual calendario, en el que su segundo mes tendría 28 días, sumando uno más cada cuatro años, a excepción de aquellos años que sean divisibles por 100, siempre y cuando no sean divisibles por 400… creando un calendario muy exacto que evita esos “desfases temporales” con nuestra órbita.
EL EVENTO ASTRONÓMICO MÁS IMPORTANTE DE FEBRERO
El cometa C/2022 E3 (ZTF) el cual alcanzó su perihelio en pasado 12 de enero, se aproxima hacia la Tierra, alcanzando su punto máximo de aproximación el día 1 de febrero, situándose a unos 42 millones de kilómetros… Momento en el cual su magnitud se estima que podrá llegar a 5, siendo visible a simple vista (siempre en cielos alejados de la contaminación lumínica) como un borroncito verdoso próximo a la zona de la Osa Mayor, aunque si queremos disfrutarlo al máximo, lo ideal serán unos prismáticos o telescopio.
Es un momento único para ver este cometa, ya que no volverá a visitarnos hasta dentro de 47000 años en su órbita casi parabólica alrededor del Sol.
FASES LUNARES
Comenzamos el mes en fase creciente, con la luna ya bastante iluminada a un 83,8%.
Llegaremos a la fase de Luna llena el próximo 5 de febrero, conocida como la Luna de Nieve. Este nombre viene de las primeras tribus nativas americanas, al ser la Luna llena correspondiente, con el mes del año que mas nieve trae. También conocida como Luna del Hambre, por la falta de alimento que había en las tribus y animales durante la helada estación.
Entraremos en fase menguante, día a día la luna cada vez nos brindará su presencia acercándose a la madrugada y disfrutando de ella durante la mañana, hasta llegar a la fase Nueva, el próximo 20 de febrero, momento para disfrutar plenamente de las estrellas y el cielo profundo.
LLUVIAS DE ESTRELLAS
El mes de febrero nos dejará una lluvia de estrellas poco conocida, debido a su baja intensidad, unos 6 meteoros por hora en su pico máximo el día 8… Aunque se extiende desde el 31 de enero al 20 de febrero.
Las conocemos como Alfa Centáuridas y serán visibles mayoritariamente en el hemisferio Sur. Aunque no son muy llamativas visualmente, sí lo son científicamente, ya que su origen es desconocido y numerosos estudios tratan de descifrar el cometa que da origen a esta lluvia de estrellas.
CONJUNCIONES Y OCULTACIONES
El plano del Sistema Solar (plano eclíptico), las diferentes órbitas y velocidades orbitales de los astros de nuestro sistema planetario, nos bridan desde nuestra perspectiva de observadores, momentos mágicos para la disfrutar del cielo nocturno.
Este mes de febrero, tendremos una interesante conjunción planetaria entre Venus y Neptuno el 15 de Febrero, aunque lamentablemente el horario, no favorecerá la observación.
Con nuestro satélite, dado que oscila constantemente en torno a los 5 grados positivos y negativos sobre el plano eclíptico, tendremos interesantes conjunciones con los planetas durante febrero, además de tres conjunciones con algunas de las estrellas más brillantes del cielo de invierno, como por ejemplo Regulus (día 6), Spica (día 11) y Antares (día 14)
Las fechas para poder fijar en nuestras retinas y objetivos los planetas con nuestro satélite se sucederán durante toda la segunda parte del mes… Mercurio (día 18), Saturno (día 19), Neptuno (día 21), Venus (día 22) y Urano (día 25). Otorgándonos dos fabulosas ocultaciones con Júpiter (día 22) y con Marte el último día de febrero.
Para finalizar, tendremos también una bonita conjunción para inmortalizar con las 7 Hermanas, el cúmulo abierto de las Pléyades el próximo 26 de febrero.
DISFRUTANDO EL CIELO DE INVIERNO
Como es habitual, durante todo el invierno, las salidas para la observación visual y astrofotografía, estas principalmente destinadas a aquellos amantes de la astronomía que no temen a las inclemencias temporales…
Como contrapartida al temido frío invernal, podemos disfrutar de cielos más limpios y con objetos realmente increíbles en la bóveda celeste.
Con respecto a los planetas podremos aprovechar los últimos momentos en meses para captar al gigante gaseoso Júpiter, el cual perderemos hasta entrado ya el verano… También podremos aprovechar para intentar captar alguna imagen de Urano, una inquietante bolita azul entre estrellas, para nuestras retinas y objetivos.
Para los más experimentados tendremos todavía en momento álgido toda la red de fascinantes nebulosas en torno a la constelación de Orión que harán las delicias de nuestras fotografías de invierno.
También podremos captar algunos cúmulos globulares interesantes como M79, situado en la constelación de la Liebre, los cúmulos estelares de Cassiopea y disfrutar los últimos momentos que nos quedan de la galaxia de Andrómeda, Pléyades e Híades dos preciosos cúmulos abiertos para inmortalizar.
Sin olvidarnos nunca del triplete de galaxias de Leo que, ya a horas “decentes” tendrán una altura óptima para la observación y fotografía.
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